El negro es un color complejo, ya que aporta mucha pesadez en los ambientes que viste. Este sofá es un ejemplo de ello, por lo tanto en muchas ocasiones será necesario aplicar un método para alivianar ese peso decorativo. Si se trata de un ambiente pequeño, la sensación lógicamente es mayor…
Para lograr suavizar el fuerte impacto visual de un sofá de estas características, es posible incorporar complementos de color blanco, acero y detalles de cristal, entre otras soluciones relacionadas. Las alternativas son variadas, y todo depende del gusto de cada uno. Otras variables a considerar son las dimensiones del ambiente y del sofá, que lógicamente también tendrán su influencia en el tema.
Por ejemplo, puede ubicarse una leve alfombra de pelo largo en un tono claro crudo, o incluso una tonalidad contrastante como puede ser el terracota. Posteriormente, se le agrega al sofá una delicada manta haciendo juego, siendo ideal una en color blanco y de suave textura.
Otra alternativa interesante puede ser ubicar un detalle o complemento como una lámpara de pie de cristal o cromada, que cuente con una pantalla de grandes dimensiones de color blanco. Pero esto no es todo en cuanto a las posibilidades para aligerar el efecto del sofá negro…
También se pueden aprovechar pequeños complementos, como es el caso de cojines, jarrones o adornos de mesa. Los mismos pueden aportar delicados toques de color y otorgarle una interesante dosis de dinamismo al ambiente, sin abandonar al mismo tiempo la calidez que debe reinar en un salón.
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