Conformando una colección que también incluye un banco, esta silla producida en fibra de carbono sigue el estilo Eames y demuestra que los clásicos nunca pierden vigencia. Se trata de un diseño de Matthew Strong, que reinventa este mueble con un material de máxima actualidad y en absoluta vigencia tecnológica.
¿Qué aporta la fibra de carbono? Pues principalmente que los muebles, en este caso la silla que apreciamos en la imagen y el asiento que también forma parte de la serie, ganen mucho en cuanto a ligereza y resistencia, dos condiciones vitales en cualquier pieza de mobiliario pensada para estos tiempos.
Otro aspecto primordial de esta silla clásica se mantiene y se potencia en este caso, hablamos concretamente de la posibilidad de observar la estructura correspondiente a las patas desde todos los ángulos. Esta condición es uno de los puntos que diferencia a este modelo y que le otorga personalidad como pieza de mobiliario.
Además de muchas otras ventajas, resulta evidente que la transparencia obtenida en el asiento gracias al empleo de la fibra de carbono no solamente potencia la ligereza visual de la pieza, sino que además la conecta en forma directa y concreta con la silla de estilo Eames original.
De esta forma se consigue una inusual alianza entre tradición y carácter contemporáneo, una característica que cualquier ambiente agradecerá ampliamente. ¿Te imaginas esta silla en tu hogar? Seguramente se sumaría a la perfección a un salón con cierto aire modernista, minimalista o incluso industrial, entre muchas otras posibilidades.
Imagen: decoesfera.com
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