Cuando disponemos de muebles de madera, el astillamiento puede ser un inconveniente en doble sentido: por un lado, porque afecta estéticamente al mobiliario y, por otro, porque puede ser peligroso a nivel seguridad. También puede propiciar más deterioros en el hogar, en las esquinas o al tocar paredes o diferentes objetos.
Si advertimos rápidamente el astillado y un pedazo del mueble se ha caído, se puede recuperar y volver a colocar con cola de carpintero. Ya seco el pegamento, es recomendable lijar el sector con suma precaución y, de ser necesario, cubrir la unión en cuestión con algún barniz o pintura que reproduzca en forma idéntica o similar a la del mueble.
Por el contrario, cuando hemos perdido una parte del mueble y no hay vuelta atrás en esto, habrá que adquirir un trozo de madera de características similares y darle la forma necesaria para reemplazar al sector inutilizado. También se puede pegar con cola de carpintero y aplicar el mismo procedimiento indicado con anterioridad.
Con mucha paciencia, y considerando los tratamientos finales que le darán un mejor acabado, como el caso de un barniz o una pintura específica, es probable que el mueble recupere el sector perdido por el astillamiento y que incluso prácticamente no se note el agregado.
Aunque probablemente no será tan simple encontrar la forma adecuada ni colocar el nuevo trozo como en el caso de poder recuperar la pieza original, será cuestión de armarse de paciencia y emplear una buena dosis de buen gusto y delicadeza. El propósito es no perder la elegancia de nuestros muebles, aunque el paso del tiempo los vaya lógicamente afectando.
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