Los tiempos cambian y el diseño de mobiliario no puede mantenerse alejado de esa realidad. Es así que poco a poco se van incorporando novedades en la materia, acercándose a las necesidades de los ambientes contemporáneos y a los requerimientos de los usuarios en la actualidad.
Mientras históricamente el mobiliario del hogar se desarrolló en madera, en principio en forma completamente rústica y luego con terminaciones más trabajadas, con maderas nobles o lacados, por ejemplo, el paso de los años y los siglos desembocó en estilos como el minimalismo o los diseños futuristas, que aplicaron otros materiales para los muebles.
Es que los nuevos requerimientos formales también necesitaban de nuevos materiales, como por ejemplo el acero, el cristal o los plásticos, entre otros. Hoy ha entrado en acción otro elemento muy importante: la ecología. De esta manera, se busca que los materiales utilizados provengan de fuentes renovables o sean reciclables, por ejemplo.
Estos propósitos permiten que la alianza entre tecnología y cuidado del entorno sea vital en el mobiliario actual. Así surgen materiales como la cáscara de huevo, uno de los más utilizados para los nuevos diseños de tendencia sustentable. Aunque se trata de un material de naturaleza frágil, se ha incrementado su resistencia y fortaleza gracias a la tecnología.
Los lacados múltiples, realizados con modernas técnicas, brindan a este material una gran dureza, un acabado brillante y un aspecto limpio y elegante. Con la cáscara de huevo pueden realizarse muebles de todo tipo, además de complementos decorativos como lámparas o jarrones. La imagen que observamos pertenece al portal de la empresa Dijo Diseño.
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